La psicomotricidad es una técnica que, a través de ejercicios corporales, trata de potenciar, instaurar y/o reeducar la globalidad de la persona, aspectos motores, cognitivos y afectivos. A través de la psicomotricidad se pretende que el niño, mientras se divierte, desarrolle y perfeccione todas sus habilidades motrices básicas y específicas, potencie la sociabilización con personas de su misma edad y fomente la creatividad, la concentración y la relajación.
La psicomotricidad está especialmente recomendada para los niños que presentan hiperactividad, déficit de atención y/o concentración y dificultades de integración en el colegio. Los ejercicios de psicomotricidad permiten al niño explorar e investigar, superar y transformar situaciones de conflicto, enfrentarse a las limitaciones, relacionarse con los demás, conocer y oponerse a sus miedos, proyectar sus fantasías, vivir sus sueños, desarrollar la iniciativa propia, asumir roles, disfrutar del juego en grupo y expresarse con libertad.
Beneficios asociados a la psicomotricidad en niños y niñas
Conciencia del propio cuerpo parado o en movimiento.
Dominio del equilibrio.
Control de las diversas coordinaciones motoras.
Control de la respiración.
Orientación del espacio corporal.
Adaptación al mundo exterior.
Mejora de la creatividad y la expresión de una forma general.